sábado, 14 de marzo de 2015

Tragedia en el Rio Marañón y la familia de Gábriel y Graviela Ruiz Pérez




A los 22 días de haber sido encontrado Gábriel, que así lo hemos llamado siempre con una fuerte acentuacíon italiana. Y mientras su espirítu se encuentra en otra dimensión del universo, sus restos oseos aún se encuentra recluidos en los oscuros ambientes de la morge de Bagua Chica. Por extrañas circunstancias algunos lo llaman destino, pero para Graviela  que recuerda estos hechos con mucha amargura, con esa sensación que te dan dan un duro golpe de improviso en el estómago y te falta el aire, o bien cuando vemos el pez recien salido del agua que necesita con urgencia el agua porque se va la vida, ella revive estos momentos como una lenta agonía, reflexiona y dice: “No es el destino, es la justicia, es el aspecto legal del derecho a la vida y a la santa sepultura que merecemos después de muertos, derecho al descanzo en paz”.

Gábriel yace inerte en la morge desde el 20 de febrero hasta la fecha, casi el mismo tiempo que ha permanecido en el Río Marañón del 25 de enero al 20 de febrero, por las decisiones de obtener el DNA para su reconocimiento definitivo.  “No se de donde me vienen las lágrimas!... continua diciendo. Desde cuando recibi esta trágica noticia la tarde del 25 de enero. Al inicio fue llanto, llanto de profundo dolor, dolor que llevo en el pecho y en el alma no se hasta cuando todavía. Hoy mis ojos se han acostumbrado a las lagrimas y quienes me ven me miran con tristeza, me abrazan y dicen que sea fuerte, trato de ser fuerte frente a esta adversidad  que hoy me toca vivir”.

Han  pasado semanas y días de permanente angustia. Cada lunes iniciaba la esperanza que en esta semana terminaba todo y entre llamadas y encuentros con las autoridades responsables de la gestión administrativa de dalud y justicia, me parecia que llegaba a su fín; sin embargo llegaba viernes y los avances eran aún muy lentos. Sábado y domingo no trabajan, todo quedava paralizado hasta la próxima semana. Mientras que para muchos era un fín de semana de alegria de descanso, para mi era descender al infierno, horas del día y la noche de fiebre, angustia y desesperqación interminables, sin fín. Mi refugio y a escondidas las pastillas tranquilizantes son aún mis fieles aliadas a mi leve tranquilidad emocional.

Hoy viernes 13 de marzo para mi estaba previsto un día muy especial, me sentía o mejor dicho nos sentiamos contentos porque hoy terminaba nuetra estadía en Bagua y regresabamos a Trujillo, hoy el Dr. responsable del laboratorio de análisis de Trujillo ha obtenido las muestras oseas para su análisis del DNA tanto esperado. Hoy viernes 13 estaba dispuesto la entrega de mi nietecito Gábriel. Y cuando todo se había autorizado y firmado toda la documentación respectiva, para el viaje a Trujillo. Al último momento me dí cuenta que faltaba algo. De nuevo aquella sensación que todo se derrumba, que te cae encima, que te sepulta viva, que te viene el deseo de gritar y grite y llore cuanto pude y una vez más clame justicia ante tremenda incompetencia que no se dan cuenta que ellos también tienen hijos y tienen familia. 

Son testigos de este drama el medico del laboratorio, la Fiscal de turno el Médico Legal mi familia y otras personas presentes en este lugar de personas extrañas que administran la justicia y la salud de los ciudadanos. Oportunamente dare a conocer cuales son los hechos siguientes y la eterna espera…

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