sábado, 27 de marzo de 2010

Ilegalidad, Via Padova y control Municipal

Después de los acontecimientos sucedidos el 13 de febrero donde muere un ciudadano egipciano por dos delincuentes de Santo Domingo, que dió origen a una movilización y violencia de inmigrantes egipcianos contra los negocios de identidad latinoamericana y con daños considerables a los automoviles estacionados en la calle de personas particulares. En respuesta y con mano dura entre la Municipalidad y la Prefectura han determinado poner orden y seguridad a la zona justificando el comportamiento delincuencial.

Imposible dejar como estaba ante la grande y difundida publicidad del acontecimiento como la misma realidad evidente de una zona con una presencia masiva de inmigrantes. Se alzo la voz de derecha y de izquierda, haciendo eco en la misma ciudadania italiana, acusando a los inmigrantes como responsables de las condiciones de abandono y de inseguridad ciudadana; sin embargo via Padova fuese muy diferente si se tomaba en consideración desde sus inicios una buena política de seguridad e integración. Nunca es tarde y es mejor tarde que nunca, en tal sentido la Municipalidad a emanado dos ordenanzas Municipales para garantizar el orden y seguridad en la zona más multiétnica de la ciudad.

La primera se refiere a los inmuebles que determina la obligación de los propietarios que ceden en alquiler, de declarar en el período de 30 dias ante la policia local con un documento que autocertifica la relación y condiciones de alquiler del inmueble, a partir de la entrada en vigencia de la Ordenanza Municipal determinada para el 25 de marzo. Así mismo los titulares del contrato de alquiler deberan declarar por escrito una certificación igual en el período de 30 dias de entrada en vigencia la Ordenanza Municipal y sucesivamente entre los 15 dias de firmado el contrato de alquiler; indicando en el documento el número de inquilinos que habitan en el inmueble.

De igual modo los administradores del condominio dice la Ordenaza Municipal, son obligados a señalar a la policia local, eventuales situaciones de irregularidad en los condominios, es decir se convierten en administradores-sentinelas. Y en el caso de incumplimiento en tiempo, o falta de respeto a la norma establecida se pagará una multa de 450 euros.

La segunda Ordenanza se refiere especificamente a los negocios en relación al horario de trabajo de abrir y cerrar:

Negocios de alimentos, peluquerias y centros de estética de las 7 a las 22 horas; bar y restaurantes de las 6 hasta las 24; centros de masajes de las 7 a las 20 y para los phone center de las 7 a las 22 horas. Se anuncia el inicio con la zona padova y luego se extendera en todo Milán. Indudablemente en tiempos de crisis se deve trabajar más tiempo para subsistir y en este caso en vez de penalizar a la mala vida se penaliza a los pequeños comerciantes a la gente que trabaja y en particular a los negocios de inmigrantes que son la mayoria en esta zona.

No es fácil imaginarnos. Los italianos dueños de los inmuebles, buscando en los cajones los contratos de alquiler firmados muchos años atras con un inmigrante, vociferando palabras gruesas en dialecto milanés, llamando al comercialista y consultando al abogado de confianza, en la busqueda como legalizar tal o cual condición. Es mucho más díficil imaginarse al inmigrante que tiene el inmueble con contrato de alquiler y tiene parientes o amistades sin permiso de residencia. Se encuentra en un camino sin salida de negar la hospitalidad y al contrario con desilución e impotencia ante una ley que penaliza la clandestinidad, tiene que alejar a sus seres queridos, lejos del control y a condiciones peores de marginación y aprovechamiento de su miserable condición. Cuando la verdadera delincuencia tiene permiso de residencia, tiene dinero y nacionalidad por nacimiento o adopción que goza de los privilegios y en muchos casos al amparo de la misma ley.

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