viernes, 20 de noviembre de 2009

Pobreza y Clandestino

En la lucha por sobrevivir no existe fronteras más alla del hambre, de la pobreza, que en vez de disminuir tiende a crecer cada día y son más los que viven de los miles que mueren cada minuto. Increible! la vida de miles de millones de personas pobres que limitan con la riqueza y abundancia de muy pocos. Una cruel experiencia por la falta de bienes materiales para vivir, privados de toda dignidad humana, viendose obligados a emigrar por el mundo.
El inmigrante vive la pobreza con el seudonimo de clandestino, sujeto a la umillación no sólo con el nombre, si no también por la ley de los que gobiernan y menosprecian a sus semejantes, de sentirse golpeados en el alma misma de la existencia, de vivir escondido y escapando de la miradas acusadoras de los dueños del país, de recibir la caridad por la indigencia, de sentirse perseguido en un tunel sin salida, de sufrir el atropello del dinero al ofertar tu dignidad más intima. La pobreza en mi país es diferente.

No pueden ayudarme exclamo!. Al ser descubierto. Serían mis complices. Ante el tribunal de los acusados recuerden a Pedro no me conocen y dejen pasar la sentencia del primer hasta el último grado de justicia, nada tengo y a nada temo, la ley no es igual para todos; algunos viven al margén, alguien paga con dinero y otros la ley lo hacen para ellos mismos.

En los pasillos del centro de identificación, escucho que comentan de un proceso abreviado, pense se referían a la clandestinidad, basta hacerlo breve y nos manden a casa con facilidad. Qué hemos hecho?. Pagado para entrar, trabajar por poco sueldo, pagado el permiso de sogiorno, el afito, perdido el trabajo, pagado para encontrar otro trabajo, vencido el permiso de sogiorno, no hay más dinero para pagar. No! Dijo el abogado, el proceso abreviado se aplica sólo a los altos cargos del gobierno y por montos de dinero que no se ven, son tantos que son díficiles de contar. Alguien a mi lado sólo pudo exclamar Woow!.

0 comments:

Publicar un comentario