Renuncias de congresistas en el Gobierno del Perú

No es un secreto que miembros del partido de gobierno hayan presentado su renuncia al partido que los ha propuesto como miembros del Congreso del Perú: Javier Diez Canseco, Verónika Mendoza, Rosa mavila y Rubén Coa. Son cosas que suceden y nada de extraordinario, estamos acostumbrados a ver en todos los gobiernos los cambios de camiseta y sobre todo cuando no existen coincidencias sobre todo programaticas e ideológicas. Y cierto si luego ven que las cosas no funcionan cambiar se vuelve un deber, pero debe ser con serena transparencia de frente a toda la ciudadania. Se necesita admitir e imformar del algo que no funciona, explicar porque y al mismo tiempo proponer las nuevas soluciones.

Dicho así parece fácil, en realidad es necesario tener en cuenta los equilibrios políticos y la dinámica como se mueve el Congreso para aprovar leyes a favor del desarrollo del país con beneficio todos sus ciudadanos. Falta de mayoria en Europa el gobierno absolutamnete estaría fuera; otra cosa es el Perú, con posibles alianzas con la oposición a fin de co-gobernar juntos.

En realidad hay que admitir las condiciones de debilidad de falta de profesionales competentes en el equipo de gobierno para dialogar con las organizaciones andinas, sabiendo que ellos fueron los electores definitivos para el actual gobierno. Se necesita reconocer los errores si existen y presentar acciones eficaces. Como se ve no hay nada fácil en todo esto. Sin embargo queda la verdad con claridad y transparencia que se debe explicar a toda la ciudadania, sobre el impacto ambiental de las mineras y al mismo tiempo su necesidad para el desarrollo del Perú. Esto es el único camino viable si realmente se quiere evitar un complot real o presunto y sospechas justificadas o fantasiosas que enevenenen las acciones del gobierno.

Pero cierto, una cosa es claro una cosa incendiario y otra bombero. Y ante una realidad evidente que no se definen indignados como en España, más bien traicionados ante las grandes promesas electorales; sin embargo este primer año puede ser peor y así el segundo, con una estrategia política bien estudiada los tres años siguientes pueden permitir la realización del plan de gobierno. Bastará llenar el estomago de los electores para sentirse bien y tentar por las nuevas reelecciones.