Las noticias del día hoy son alarmantes para los italianos y para los inmigrantes residentes en Italia. Un tsunami político potente hace desaparecer 36 provincias, casi una tercera parte de las existentes, la más golpeada es Sardeña que pierde 6 de 8 que tiene, la Toscana tiene 10 y pierde 5. Como este fenómeno es eminentemente político modifica la estructura político administrativa regional con carácter «bipartisan»: 18 administraciones son guiadas del Partido democrático, 12 del Popolo de la Libertà, 4 de la Liga Nord, una del Mpa y otra del Sel. No escapa la provincia de Sondrio tierra natal del actual ministro de economía Giulio Tremonti y bastión electora de la Liga Nord.
Mientras que los distritos de un plumazo desaparecerán 1,970 casi un cuarto del total nacional. La causa de esta decisión política tiene como base la situación demográfica. Las provincias desaparecen aquellas que tienen menos de 300 mil habitantes y los distritos menos de mil. Alguna que quisiera mantenerse deven promover una campaña diciendo se necesitan residentes, aunque sean inmigrantes.
Todo esto tendra vigencia a partir de las próximas elecciones administrativas, como justificación al corte de los costos de la política que impone la resanación de la deuda externa que tiene Italia.
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