La Biblia da
cuenta de la inmensa sabiduría del Rey Salomón.
La anécdota es famosa.
Dos mujeres disputaban a un mismo
bebé como hijo. Pidieron a Salomón que solucionase el conflicto.
Y lo solucionó.
Le bastó con anunciar que, para ser
justo, partiría al bebé en dos con su espada.
El grito de una de las mujeres
rogando que no dañase al bebé y renunciando a él para salvarle la vida,
identificó a la verdadera madre.
Se hizo justicia.
Sin embargo, en su complicada vida
personal, el Rey Salomón no siempre era capaz de tomar decisiones tan
acertadas.
Esta discrepancia
llamó la atención de dos psicólogos, Igor Grossmann y Ethan Kross.
Era semejante a la que observaban
frecuentemente en sus estudios: personas con una gran aptitud para aconsejar
bien a otros, pero con una vida personal desordenada o irresuelta.
Haz lo que yo digo, pero no lo que
yo hago.
En 2014, Grossmann y Kross acuñaron
el concepto de paradoja de Salomón.
La paradoja de Salomón es un sesgo
cognitivo social que afecta a personas capaces de una gran sabiduría y buen
juicio para aconsejar a los demás, pero incapaces de aplicar esas cualidades
para evaluar su propia vida o resolver sus problemas.
"En casa de herrero,
cuchillo de palo".
— Proverbio —
Explorando la
paradoja
Todos los conocemos: ofrecen a los
demás un sabio consejo sobre sus problemas; sin embargo, son incapaces de
gestionar su propia vida con idéntica ecuanimidad.
Y, a veces, también nosotros podemos
ser así.
En nuestra vida personal, profesión
o empresa.
El verdadero sentido de identificar
y conocer bien esta paradoja es la necesidad de no equivocarnos acerca de
nosotros mismos.
De no autoengañarnos y engañar
inconscientemente a otros.
De evaluarnos bien y de evaluar
acertadamente nuestros conflictos y problemas, para tomar las mejores
decisiones y encontrar las soluciones más efectivas.
Tenemos dos clases de sabiduría:
La sabiduría general es
interpersonal y tiene que ver con lo que vemos y pensamos de los demás.
La sabiduría personal es interior y
se refiere exclusivamente a nosotros y nuestros propios asuntos.
Acertamos con los demás porque hay
distancia entre ellos y nosotros y nuestra sabiduría general puede expresarse
sin condicionamientos subjetivos.
En cambio, cuando tratamos de
ejercer nuestra sabiduría individual estamos inmersos en nuestro yo, sin
distancia con nuestra subjetividad.
Las emociones, los impulsos
irracionales, lo inconsciente enturbian nuestra visión de nosotros mismos y nos
impiden ser objetivos.
El antídoto para evitar ser víctimas
de esta paradoja es tomar distancia de nosotros mismos.
"De todos los males, los más
dolorosos son los que se inflige uno mismo".
— Sófocles —
Sabiduría en el distanciamiento
Para no fallar en la decisión acerca
de un problema personal, laboral o del negocio, conviene alejarse.
Creando distancia, tenemos una mejor
perspectiva y nos vemos con mayor claridad.
La pausa antes de decidir infunde la
inteligencia y sabiduría que aplicamos a los demás.
Y eso nos permite recordar que
siempre somos nosotros, y no los demás, quienes sabemos la verdad acerca de
quiénes somos y qué podemos conseguir.
Entonces, hagámonos las preguntas
correctas para poder seguir nuestro propio consejo y acertar.
"A menudo damos a nuestros
enemigos los medios de nuestra propia destrucción".
— Esopo —
Reflexione de emprendimiento
Llena estadios, ocupa portadas de revistas y cuenta con millones de seguidores en todo el mundo.
Pero su camino hacia la cima fue un viaje de autodescubrimiento y transformación.
Nació en el seno de una familia con raíces en el Góspel.
Desde muy joven demostró un talento sin igual. Cantaba en las calles de su barrio y su voz cautivaba a todo el que la escuchaba.
Pronto su padre la llevó a concursos locales, donde podía compartir su talento con el mundo.
A medida que los escenarios se hacían más grandes, la timidez y la ansiedad se apoderaban de ella.
Aquel podría haber sido el fin de una carrera exitosa como pocas.
Pero ella tenía un plan.
Decidió crear un alter ego. Una versión de sí misma que pudiera enfrentar el mundo con confianza y destreza.
Y así nació Hailey Storm, el poderoso alter ego de Beyoncé.
Ser un empresario de éxito es un verdadero desafío mental.
A nuestro modo, los empresarios subimos constantemente al escenario y debemos ofrecer siempre nuestra mejor actuación.
Y aquí está la clave:
Aquellos que pueden encontrar dentro de sí mismos un héroe, una fuerza interior que pueden invocar en momentos de adversidad, tienen una ventaja innegable.
Martin Seligman y Christopher Peterson, dos gigantes de la psicología, han descubierto que la capacidad de crear un alter ego puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso en el mundo empresarial.
Como dijo una vez Tony Robbins, el maestro del coaching y del desarrollo personal: "Tony Robbins no existía. Yo creé a este maldito que está aquí parado."
Como emprendedores, debemos recordar que nuestra identidad es solo un punto de partida.
Podemos moldear la persona que somos con nuestras propias manos.
Impulsar nuestra actuación con un alter ego.
Y forjar nuestro propio camino hacia el éxito.