lunes, 7 de noviembre de 2011

Tiempo de desastres naturales, crísis económica y política

Hemos visto los graves daños que ha causado un aluvión en la ciudad de Genova, un tiempo muy díficil, con graves consecuencias de la vida y daños materiales, inmersos en agua y fango, a los cuales mostramos nuestra solidaridad en nuestro blog.

Reflexionando!, no es posible esta calamidad natural, cuando ya todos vivimos golpeados por una crisis económica devastante, de especulaciones, deudas estatales superiores a sus ingresos del producto bruto interno, como Grecia, Portugal, Irlanda, España y en camino Italia. Todo tiene una causa. Imprevisible un fenómeno natural, más no así la crísis económica, que viene determinada por decisiones políticas de gobierno, de endeudamientos sin tener en cuenta el futuro del país. Con clara evidencia de las decisiones y manipulaciones del mercado financiero, que deciden y dictan las reglas e imponen cambios drásticos en el manejo de las políticas a aplicar a los países miembros, no importa la ciudadanía y las condiciones de vida que afrontan. Importa Sí! el lucro y las ganancias exesivas de las tasas de interéses aplicadas, en conclusión sus propios beneficios personales.

Mientras el tiempo político en Italia, también se vuelve nuvoloso en la mayoria parlamentaria, que en el desconcierto se pasan de una rivera a otra, obligando a ambas partes a contar y contratar el voto de confianza, para ver si se tiene en pie aún todavia el gobierno. Observando de cerca, se ve crecer el descontento de los electores, la desconfianza en las decisiones acertadas para sopbrepasar la crisis, sobre todo cuando afecta decisivamente a toda la ciudadanía, que se pide sacrificio a ajustarse los cinturones, cuando ya no es posible y se caen los pantalones.

A todo este sacrificio, de la pérdida del trabajo, el aumento de impuestos y la edad pensionable, y el licenciamiento de trabajadores a tiempo indeterminado, se contrapone los costos de la política y privilegios que gozan los miembros del parlamento y administradores públicos del gobierno; motivando el descontento y a una corriente de opinión denominada “antipolítica”.

En estos días de intensas lluvias en Italia, se teme el aumento de los ríos y la inundación de la ciudades y así mismo quienes sostienen el gobierno temen que sean arrastrados por las corrientes de oposición en el mismo gobierno. Sería lamentable la inundación de las ciudades, por los graves daños materiales que causan, como hemos visto Genova; no así el gobierno del Presidente Berlusconi, que solamente diriamos se comienza de nuevo y es posible con la misma ley electoral llamada “porcata” donde la decisión de elegir los parlamentarios, no lo tienen los ciudadanos electores, si no más bien los partídos políticos y ellos deciden de los que tienen en su alrededor, de acuerdo a sus intereses y beneficios más personales, que institucionales de gobierno a los intereses de la voluntad popular.

El tiempo cambia y con el mismo las condiciones ambientales y sociales. A Genova llega el tiempo de recomenzar y a Italia el tiempo de las mejores decisiones a tomar.

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